Desierto florido

En 1831 el naturista francés don Claudio Gay, partió al norte para poder ver el Desierto Florido, pero fue imposible por la sequía que imperaba ese año. Sólo en el año 1840 lo pudo realizar, pues el desierto había despertado de su letargo e irrumpía con todo su esplendor. Era la maravilla del “Desierto Florido” Que se presentaba en toda su magnitud.

Las lluvias hacen que pequeñas semillas y bulbos, que se han mantenido por años enterrados y en letargo, en la inmensidad del desierto más árido del mundo, germinen y crezcan dando vida a plantas de variadas características y flores multicolores. Asociadas a ellas, nacen una gran cantidad de insectos, aves y herpetofauna generando un muy especial ecosistema, donde todos los elementos de la naturaleza conviven con armonía durante todo el tiempo que las condiciones climáticas lo permiten, volviendo con los meses a una situación de latencia hasta las próximas lluvias.

Numerosas especies vegetales sobreviven a estos períodos de aridez, puede considerarse que pueden pasar años sin precipitaciones, sin embargo el fenómeno más excitante del desierto ocurre en Atacama, llamado “el desierto florido”. tierra de contrastes en la cual se pueden apreciar dunas áridas y al mismo tiempo prolongadas fajas de tierras multicolores, ofreciéndole al turista un paisaje impresionante, lleno de flora y fauna que sólo se puede apreciar una vez al año.


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